martes, 4 de enero de 2011

Cerca de un millón de personas defienden la familia y la vida frente al aborto y la eutanasia

Impresionante panorámica de la abarrotada plaza de Colón en Madrid

Miles de familias cristianas venidas de toda Europa reivindicaron este domingo en la madrileña plaza de Colón el valor de esta institución como transmisora de vida. Según cálculos del Arzobispado, más de un millón de personas acudieron a la Misa de las Familias bajo el lema ‘La familia cristiana. Esperanza para Europa’. Hubo cristianos de Holanda, Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, Polonia…
El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, encabezó un acto en el que destacó que las sociedades europeas, además de sufrir el “drama” de los parados, se ven afectadas por la práctica “permisiva” del aborto, la “banalización” del respeto a la vida con la eutanasia “hasta extremos insospechados”, las rupturas y distancias paternas en las que crecen y se educan algunos niños y jóvenes y el “endurecimiento” ante el dolor de los vecinos y conciudadanos.
Rouco ensalzó a la familia y al matrimonio como elementos clave para construir una sociedad “libre, justa y solidaria”. El arzobispo de Madrid lamentó que niños y jóvenes crezcan “desconfiados y desconcertados” en un ambiente de separaciones y distancias paternas. Para evitarlo, emplazó a las familias a ser los “signos e instrumentos imprescindibles de la esperanza para Europa”.
El acto, que comenzó sobre las 10 horas, contó con el testimonio de la familia Villalón, con ocho de sus doce hijos presentes en la Misa de las Familias. El padre de familia, José María Villalón, médico del Atlético de Madrid, y su mujer, Mariola, destacaron su apertura a la vida y confianza en Dios, “algo que aprendimos de San Josemaría, fundador del Opus Dei”.
La Santa Misa oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, junto a cinco obispos europeos y más de 50 españoles -entre ellos, los obispos auxiliares de Madrid, monseñor César Franco, monseñor Fidel Herráez y monseñor Juan Antonio Martínez Camino, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, y el cardenal emérito de Sevilla, Carlos Amigo-.
Tras el rezo del Ángelus, el Papa, en un mensaje retransmitido a través de una pantalla gigante situada en la Plaza de Colón, invitó a las familias cristianas de España a “ser fuertes en el amor y a contemplar con humildad el Misterio de la Navidad” que se convierte en “escuela de vida familiar y fraterna” y pidió para que la Sagrada Familia de Nazareth sea el ejemplo de cada familia cristiana como “auténtico santuario de fidelidad, respeto y comprensión”.
El Pontífice recordó que en el hogar cristiano “también se transmite la fe, se fortalece la esperanza y se enardece la caridad” y solicitó la protección de todas familias “particularmente de las que se encuentran en dificultad o están probadas por la incomprensión y la división”.

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